TRABAJOS DE OLFATO: Detección y discriminación de sustancias, rastreo y usos terapéuticos

El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en el perro, sin embargo no solemos darle la importancia que tiene y no aprovechamos las ventajas de todo tipo que nos ofrece.

Trabajar el olfato de nuestro perro es una excelente manera de aportar un extra a su bienestar y a su calidad de vida , además de que pasaremos un rato muy divertido. El uso entrenado de la nariz no solo es útil para perros de trabajo que se dediquen a la detección o el rastreo profesional o deportivamente, también es beneficioso para perros con problemas de comportamiento (reduce la ansiedad y el estrés, aumenta el autocontrol y la autoestima, mejora la capacidad de aprendizaje y la autonomía del perro disminuyendo el hiperapego y la dependencia excesiva, etc…) y por supuesto para cualquier perro.

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Cualquier tipo de perro, de cualquier edad, puede entrenar sus capacidades olfativas lo que enriquecerá su estimulación mental diaria y disfrutará un motón. El trabajo avanzado de rastreo o detección produce un positivo efecto secundario, ya que un perro que emplee de forma consciente su nariz y aprenda, por ejemplo a seguir un rastro de forma paciente y perseverante se encuentra totalmente concentrado.

Si después de un trabajo de cabeza y nariz en una búsqueda de 10 minutos el can encuentra lo que buscaba, le producirá una enorme satisfacción y quedará totalmente relajado además de mucho más cansado que en un paseo de 1 hora.

Pero recordad que hay que entrenar con precaución y planificación y que nosotros como guías caninos, somos responsables del bienestar físico y emocional de nuestro compañero de trabajo en todo momento, pero especialmente en los entrenamientos y en el desarrollo del trabajo o deporte que se practique.